Después de la crisis financiera en 2007-2008, algunas regiones y países, particularmente en Asia y América Latina, fueron testigos de signos alentadores y acelerados de recuperación en la economía real, en términos de empleo y reducción de la pobreza. No obstante, debido a la crisis de la deuda soberana en Europa que comenzó con el episodio griego a mediados de 2010 y la continuada recesión de balance en los Estados Unidos, el mundo ha entrado en una nueva fase de crisis financiera, económica y social internacional. En un contexto de grandes desequilibrios sociales y económicos y una inestabilidad cada vez más creciente, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), con el apoyo de muchos otros interlocutores, defiende una globalización más equitativa y justa, con el trabajo decente en el centro de la política pública.
https://drive.google.com/file/d/1LsvF-cv15QVae8NsuThBr5MZ_NoCLFWv/view?usp=sharing
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